PARA LOS ESTUDIANTES DE METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN
VALORACION DE LA INVESTIGACION QUE
DESARROLLA
Introducción.
En este momento usted cuenta con un
tema de investigación sobre el que ha estado trabajando. Ha planteado el
problema, los objetivos, la hipótesis, un marco teórico y elementos del marco
metodológico.
En esta asignación se requiere que a
la luz del documento que se adjunta, usted haga una valoración de los avances
de su trabajo y presente un informe muy puntual indicando además, lo que tiene
pendiente.
LOS NIVELES DE LA INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA EN CIENCIAS SOCIALES
1. Introducción
Como ocurre en las ciencias exactas,
cuando un investigador se propone demostrar una idea acerca de un fenómeno del
mundo social, su esfuerzo debe concentrarse en demostrar que sus hipótesis
gozan de cierto nivel de verdad y que los procedimientos que ha usado para
demostrarlas han sido válidos y fiables. De este modo, el investigador deberá
recurrir al uso de estrategias científicas para la contrastación de
hipótesis.
Estas estrategias son un conjunto de
mecanismos de reflexión, exposición y experimentación que conducen la
elaboración por un camino sistemático de verificación. Una serie de pasos y
criterios de actuación que llevan a demostrar la veracidad de las afirmaciones
a una determinada audiencia científica. En términos generales, pueden dividirse
en dos niveles, que varían, básicamente, en función del modo en que el
investigador se aproxima al objeto estudiado. En el primer nivel, el
acercamiento se realiza por medio de conceptos, ideas y teorías; en el segundo,
a través de experimentos y técnicas de medición.
En ambos niveles, se trata de poner
a prueba una misma hipótesis para un mismo objeto de estudio. Con todo, los
recursos que usamos para demostrarla son completamente distintos. En el
primero, la estrategia de verificación es conceptual y tiene lugar en el orden
de la teoría. Allí, la información de que nos servimos es de carácter secundario,
basada en la revisión de ideas generadas por otros autores o en nuestra propia
capacidad reflexiva. En el segundo, por el contrario, nuestra estrategia es
empírica y se funda en el uso de datos de carácter primario, esto
es, en la observación directa de la realidad que pretendemos estudiar.
Sin dudas, ambas aproximaciones
pueden combinarse. Un trabajo de carácter mixto implicaría, primeramente, una
etapa de reflexión teórica que sentaría las bases para una segunda etapa, centrada
en su observación y experimentación empírica. En el ejercicio de la
investigación, de hecho, ambos niveles se suelen usar de forma vinculada,
siempre con el objetivo de promover una contrastación mucho más sólida de la
hipótesis que se pretende demostrar.
Cuando se redacta el trabajo de
investigación, estos dos niveles cristalizan en sendos bloques discursivos, que
ocupan una parte destacada del cuerpo principal. El primer nivel, el de la
teoría, se expresa en podemos llamar estructura lógica, esto es, la
serie articulada de conceptos, postulados y definiciones que precisan los
aspectos teóricos del objeto estudiado. El segundo nivel, el de la empírea, se
manifiesta en lo que suele llamarse el diseño metodológico, es
decir, el conjunto ordenado de actividades, técnicas y procedimientos
utilizados para aplicar los conceptos teóricos, desarrollados en el primer
nivel, a los fenómenos tal como se presentan en el mundo real. La figura
1 esquematiza estos dos niveles de aproximación.
El esqueleto de conceptos teóricos
definido en la primera instancia de un trabajo de investigación conforma lo que
aquí llamaremos su estructura lógica. Se trata de una serie de
etapas compuesta por conceptos, postulados y definiciones, que se orientan a
presentar la o las hipótesis que se intentará contrastar por medio de la
investigación. Estos conceptos se constituyen a partir de la observación de lo
real y de la abstracción de sus características estables y recurrentes. A su
vez, requiere del acceso a fuentes secundarias de información, esto
es, el conjunto de textos y datos generados por autores validados por la
comunidad científica.
La exposición de las etapas que forman
la estructura lógica de un trabajo debe respetar el orden lógico en que se
dieron durante el ejercicio de la investigación, que no necesariamente se
corresponde con su sucesión temporal. La tarea fáctica de la investigación
suele ser más bien un proceso desordenado; o, mejor dicho, pueden ocurrir en su
desarrollo muchas etapas de forma simultánea y enlazada. Hay que tener en
cuenta, además, que su disposición puede variar de acuerdo al género y al tipo
de trabajo en que se enmarquen, y en función de la entidad académica que
evaluará el trabajo.
A grandes rasgos, estas etapas suelen ser siete: la
definición de un objeto de estudio; la formulación de una pregunta
de investigación, la exposición de una hipótesis, la
enunciación de unos objetivos, la elaboración de un estado
de la cuestión, la construcción de un marco teórico, y, por
último, la elección de una metodología que, como veremos,
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