viernes, 29 de marzo de 2019


PARA LOS ESTUDIANTES DE METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN




VALORACION DE LA INVESTIGACION QUE DESARROLLA


Introducción.


En este momento usted cuenta con un tema de investigación sobre el que ha estado trabajando. Ha planteado el problema, los objetivos, la hipótesis, un marco teórico y elementos del marco metodológico.


En esta asignación se requiere que a la luz del documento que se adjunta, usted haga una valoración de los avances de su trabajo y presente un informe muy puntual indicando además, lo que tiene pendiente.


 
LOS NIVELES DE LA INVESTIGACIÓN CUANTITATIVA EN CIENCIAS SOCIALES


 
1. Introducción


Como ocurre en las ciencias exactas, cuando un investigador se propone demostrar una idea acerca de un fenómeno del mundo social, su esfuerzo debe concentrarse en demostrar que sus hipótesis gozan de cierto nivel de verdad y que los procedimientos que ha usado para demostrarlas han sido válidos y fiables. De este modo, el investigador deberá recurrir al uso de estrategias científicas para la contrastación de hipótesis.


Estas estrategias son un conjunto de mecanismos de reflexión, exposición y experimentación que conducen la elaboración por un camino sistemático de verificación. Una serie de pasos y criterios de actuación que llevan a demostrar la veracidad de las afirmaciones a una determinada audiencia científica. En términos generales, pueden dividirse en dos niveles, que varían, básicamente, en función del modo en que el investigador se aproxima al objeto estudiado. En el primer nivel, el acercamiento se realiza por medio de conceptos, ideas y teorías; en el segundo, a través de experimentos y técnicas de medición.


En ambos niveles, se trata de poner a prueba una misma hipótesis para un mismo objeto de estudio. Con todo, los recursos que usamos para demostrarla son completamente distintos. En el primero, la estrategia de verificación es conceptual y tiene lugar en el orden de la teoría. Allí, la información de que nos servimos es de carácter secundario, basada en la revisión de ideas generadas por otros autores o en nuestra propia capacidad reflexiva. En el segundo, por el contrario, nuestra estrategia es empírica y se funda en el uso de datos de carácter primario, esto es, en la observación directa de la realidad que pretendemos estudiar.


Sin dudas, ambas aproximaciones pueden combinarse. Un trabajo de carácter mixto implicaría, primeramente, una etapa de reflexión teórica que sentaría las bases para una segunda etapa, centrada en su observación y experimentación empírica. En el ejercicio de la investigación, de hecho, ambos niveles se suelen usar de forma vinculada, siempre con el objetivo de promover una contrastación mucho más sólida de la hipótesis que se pretende demostrar.


Cuando se redacta el trabajo de investigación, estos dos niveles cristalizan en sendos bloques discursivos, que ocupan una parte destacada del cuerpo principal. El primer nivel, el de la teoría, se expresa en podemos llamar estructura lógica, esto es, la serie articulada de conceptos, postulados y definiciones que precisan los aspectos teóricos del objeto estudiado. El segundo nivel, el de la empírea, se manifiesta en lo que suele llamarse el diseño metodológico, es decir, el conjunto ordenado de actividades, técnicas y procedimientos utilizados para aplicar los conceptos teóricos, desarrollados en el primer nivel, a los fenómenos tal como se presentan en el mundo real. La figura 1 esquematiza estos dos niveles de aproximación.



2. La estructura lógica


El esqueleto de conceptos teóricos definido en la primera instancia de un trabajo de investigación conforma lo que aquí llamaremos su estructura lógica. Se trata de una serie de etapas compuesta por conceptos, postulados y definiciones, que se orientan a presentar la o las hipótesis que se intentará contrastar por medio de la investigación. Estos conceptos se constituyen a partir de la observación de lo real y de la abstracción de sus características estables y recurrentes. A su vez, requiere del acceso a fuentes secundarias de información, esto es, el conjunto de textos y datos generados por autores validados por la comunidad científica.


La exposición de las etapas que forman la estructura lógica de un trabajo debe respetar el orden lógico en que se dieron durante el ejercicio de la investigación, que no necesariamente se corresponde con su sucesión temporal. La tarea fáctica de la investigación suele ser más bien un proceso desordenado; o, mejor dicho, pueden ocurrir en su desarrollo muchas etapas de forma simultánea y enlazada. Hay que tener en cuenta, además, que su disposición puede variar de acuerdo al género y al tipo de trabajo en que se enmarquen, y en función de la entidad académica que evaluará el trabajo.
A grandes rasgos, estas etapas suelen ser siete: la definición de un objeto de estudio; la formulación de una pregunta de investigación, la exposición de una hipótesis, la enunciación de unos objetivos, la elaboración de un estado de la cuestión, la construcción de un marco teórico, y, por último, la elección de una metodología que, como veremos,

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