PARA LOS ESTUDIANTES DE SEGUNDO AÑO
PREVENCIÓN Y CONTROL DE FRAUDES
Fraude
Se
define como “despojar mediante engaño” ya sea a una persona natural o jurídica,
dentro de las menciones que se relacionan con los llamados delitos de cuello
blanco son referidos a las defraudaciones que se han hecho a los entes
corporativos, dividiéndose en dos categorías:
- Adueñarse de fondos (efectivos o valores) o activos de la Empresa.
- La declaración falsa de la situación financiera de la empresa (omisión de operaciones, registros falsos, amortizaciones o depreciaciones no efectuadas o hechas en tiempos asignados inadecuadamente o manipulación de los registros contables del ente económico).
Perfil
del riesgo de fraude
Cualquier
empresa está en riesgo de fraude y sus directivos deben manejar
profesionalmente ese riesgo, desarrollar una estrategia para minimizarlo, e
implementar estrategias.
Existen
algunos indicadores del fraude que deben tenerse en cuenta cuando se hace una
investigación y que deben servir de indicios para prevenirlos, como son el
análisis del perfil del riesgo, agrupado en cuatro categorías: los riesgos de
personal, los culturales, los estructurales y los comerciales.
Dentro
de cada factor de riesgo hay varios indicios que nos ayudan en la investigación
o en la determinación de posibles debilidades de la empresa, que son
vulnerables para el cometimiento de fraudes:
Riesgos
personales
- Estilo de manejo autocrático.
- Desajuste entre personalidades y estatus.
- Comportamiento inusual.
- Actos ilegales.
- Estilo de vida costosa.
- Vacaciones sin tomar.
- Calidad pobre del personal.
- Moral baja.
- Alta rotación del personal.
- Compensación vinculada al rendimiento.
Riesgos
comerciales
- Estrategia comercial definida.
- Utilidad excesiva por encima de las normas de la industria.
- Desajuste entre el crecimiento y el desarrollo de los sistemas.
- Reputación pobre.
- Problema de liquidez.
Al
reunir estas clases de riesgos: personales y comerciales, son factores que
pueden aumentar el riesgo del fraude, no es probable que ningún factor único
sea por sí mismo indicador de fraude. Sin embargo, cuando existe la combinación
de varios factores generalmente habrá un nivel más alto de riesgo. Esto debe
conducir a un examen riguroso de uno o más aspectos de las operaciones de la
compañía o de los individuos que en ella trabajan.
Corrupción
Existe
cuando una persona, ilícitamente, pone sus intereses personales por sobre los
de las personas y los ideales que están comprometidos a servir.
Se
presenta en muchas formas y puede variar desde lo trivial hasta lo monumental.
La corrupción suele involucrar el uso indebido de los instrumentos de política,
aranceles, crédito, sistemas de irrigación y política de vivienda, cumplimiento
de las leyes, evasión fiscal, reglamentaciones especiales, observancia de los
contratos y cancelación de préstamos o de simple procedimiento.
La
corrupción se ha referido más al sector público, pero normalmente cuando ello
sucede está involucrado el sector privado.
Cuando
se habla de corrupción, de inmediata se achaca a los funcionarios públicos y
los políticos que manejan o trasladan los recursos para su beneficio personal.
Sin embargo, dentro de la llamada auditoría forense se ha comprobado que la
mayor corrupción la comete el sector privado.
En
todos los fraudes dentro de las licitaciones privadas o contratos donde se
roban recursos públicos siempre es para una empresa privada, quien como
contraparte, recibe parte del beneficio, asimismo ese sector tiene sus propios
y exclusivos casos de corrupción como acaban de verse en los escándalos que han
producido una gran crisis de confianza en Wall Street, el centro del
capitalismo mundial.
Lo
grave del asunto es que no solo se trata de comportamiento delictivo de unos
cuantos individuos que cayeron en la tentación y violaron la ley, sino de un
sistema que se corrompió porque creó los incentivos equivocados a la vez que
debilitó las regulaciones y controles que hubieran podido poner fin a los
abusos, porque se creyó el mito de la mano invisible que autorregularía el
mercado si cada uno de los agentes estaba buscando su propio beneficio.
También
había incentivo generosos, pero equivocados para otros agentes involucrados en
la estafa:
Las
grandes firmas de auditoría cuyos funcionarios no se percataron del maquillaje,
o no quisieron verlo porque podían perder los enormes ingresos que les generaba
el cliente en otras áreas de la consultoría. También las casas de bolsa, cuyos
analistas recomendaban la compra de las acciones de la compañía que ellos
mismos vendían con jugosas comisiones, o los bancos internacionales que
ayudaron a montar el tinglado de la estafa con transacciones ficticias para
poder participar en los otros negocios financieros de la empresa.
En
fin toda una completa red de individuos y firmas buscando su propio beneficio
que ante la ausencia de a mano visible de un Estado con regulaciones estrictas
e instituciones fuertes se salieron con la suya pero quebraron a las empresas y
a millones de ahorradores que habían invertido en ella.
Causas
de fraude en el sector financiero
La
década de los 80 marcó una gran crisis en el sector financiero internacional
generando por múltiples causas entre ellas: fraude y malos manejos que aún se
siguen repitiendo al inicio de este milenio , incluyendo Colombia cuando la
afectó en el año 1982 y posteriormente en los años 1998 y 1999.
Sus
principales causas fueron:
- Auto préstamos mediante empresas de fachadas
- Capacitaciones de dinero sin evaluar su origen y a altas tasas de interés
- Absorción de empresas con créditos obtenidos (auto préstamos)
- Inversiones a conveniencia con comisiones de por medio y con alto riesgo
- Dilatación de créditos aprobados por juntas directivas con intereses personales y manipulados de sus órganos de control.
- Flexibilidad de controles por parte de los organismos del Estado
- Presentación de balances maquillados, sin el cumplimiento de principios básicos de contabilidad relacionados: la acusación, provisión, clasificación real de la cartera, patrimonio técnico, etc.
- Auditorías realizadas con procedimientos limitados en cuanto al alcance y a la independencia mental.
- Dedicación en la auditoría a llenar papeles y calcular formulas sin profundizar en las cifras riesgosas.
- No investigar indicios sino solo mencionarlos, pensando más en los honorarios que en la adecuada prestación de servicios.
La
auditoría del fraude
Existen
diversas maneras de abordar el tema del fraude, el método más conveniente es
detectarlo antes de afrontarlo, no obstante no hay controles totales que lo
eviten, la mente humana maquina muchas cosas y se aprovecha a veces de la falta
de ellos o de su debilidad, debe detectarse los riesgos mediante evaluaciones
engañosas periódicas, calculando si la relación costo beneficio para no afectar
los intereses de una institución si el riesgo no es material y sus controles
muy costosos.
El
fraude más relacionado con las organizaciones empresariales es el fraude
administrativo, que se clasifica en dos grupos, las revelaciones engañosas (que
desestiman los estados financieros bajo presentaciones falsas o utilizando los
principios de contabilidad, según las circunstancias) y la malversación de
activos (conjunto de prácticas no éticas realizadas en el interior de las
organizaciones ya sea por parte de directivos o de empleados, como el fraude de
compras y el uso de los sistemas informáticos).
Por
todos estos se han establecido en las empresas sistemas de medición del
desempeño, entre ellos los indicadores de gestión para la detección, valoración
y control de factores de riesgo. Una de las entidades que más ha sido afectada
por los fraudes son las entidades sin ánimo de lucro y las entidades
financieras por su vulnerabilidad de un sinnúmero de riesgos.
El fraude y su relación con el control interno
Las
irregularidades y el control interno
Cuanto
se toca el concepto de control interno, se entiende que la extensión del
trabajo de auditoría está estrechamente relacionada con el criterio de
eficiencia y adecuación que de él se llegue a tener.
Las
irregularidades respecto al control interno, pueden graduarse y clasificarse en
la siguiente forma:
- Irregularidades perpetradas dentro del marco y alcance de un sistema de control interno.
- Aquellas efectuadas mediante manipulación o enredo de los sistemas y procedimientos de control interno.
- Las que son ejecutadas por niveles que se sitúan más allá del sistema de control interno.
- Las dos primeras clasificaciones corresponden a lo que se puede considerar el marco general de un sistema de control interno. La última clasificación tiene un sentido particular, ya que se da en razón a que cualquier organización debe otorgar una cantidad de autoridad y funciones de carácter discrecional a funcionarios que ocupan determinadas posiciones, especialmente en dirección. Este aspecto es una realidad de una organización y hay que entender que un sistema o es efectivo, o se deteriora si todos están pendientes de vigilarse. Para tratara de subsanar en parte esta debilidad del control interno, suelen conformarse organismos colectivos de autoridad y decisión.
Responsabilidad
del auditor respecto al control interno. Una vez que el auditor a concluido la
revisión y evaluación de control interno, tiene o cuenta con una información
importante que debe suministrar al interesado. Es bien conocido que la
responsabilidad por la implantación del control interno es de la empresa, lo
mismo que su desarrollo y mantenimiento. Haciendo abstracción de las
responsabilidades legales que pueden imputársele en un momento determinado al
auditor, le incumbe el deber profesional de hacer conocer a sus clientes los
más importantes peligros, presentes y potenciales del control interno
efectuándolo de una manera enérgica y enfática conforme lo requieran las
circunstancias.
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